viernes, 22 de noviembre de 2013

Bye Bye

Todo lo que empieza acaba, y ha llegado la hora de despedirme de Santiago, pero sobre todo de esa maravillosa gente que he conocido y que se llevan un cachito de mi corazón. Y claro que todo el mundo tiene sus amigos en su ciudad, pero lo que te une a la gente que conoces estando fuera es grande, porque aquí todos estamos solos, con la familia y amigos lejos, con días más alegres y días difíciles. He tenido la suerte de conocer a muchas personas con las que he compartido momentos inolvidables, malos momentos, fiestas, discusiones, caidas, risas, viajes...

Solo puedo daros las gracias, por aceptarme, por descubrir mi lado vascaluz, por cuidarme,por soportarme,por quererme. Espero que la distancia no sea el olvido,  que me recordéis cada vez que suene Monica Naranjo, que pongáis minas de mi parte en casas ajenas y que recodéis lo bonita que es mi ciudad (yo creo que me merezco el tambor de oro con el coñazo que he dado). Tengo que deciros, por si alguien aun no se ha enterado de que mi apellido no es VADO!! Creo que en Donosti ya no me daré la vuelta cuando me llamen Ane.






 OS QUIERO CARRETEROS!!

PD: Nachete cuidame a Gemis o te vas a ganar una buena dosis de crema cuando te vea, porque te voy a ver, quieras o no!
Gema, mañana a las 8 en La Eskina. 

Y hay veces que no se necesitan más palabras...


domingo, 6 de octubre de 2013

Miedo al cambio

El cambio es algo que nos asusta a la mayoría. Nos aterrorizar el poder fracasar, o el  no saber qué nos espera después de salir de nuestra zona de confort, sin preguntarnos si de otra forma seríamos más felices por pura cuestión de comodidad, de rutina. Frases como "Más vale bueno conocido que malo por conocer" tratan de justificar está actitud, sin embargo, el cambio es inevitable, es parte de la vida, y hay que saber afrontarlo. No estoy diciendo que el cambio sea necesariamente bueno, si no que puede serlo si sabemos aprovechar la oportunidad y para ello hay que abandonar el miedo que nos produce la simple idea del cambio. Respeto si, miedo no.

Hace cosa de un año tuve que elegir a qué país irme, dejando mi querida ciudad donde había pasado mis 24 años de existencia. Pasé de una ciudad de 180 mil habitantes a una de cerca de 7 millones, y a más de 10.000 kms la una de la otra, teniendo que empezar de cero a conocer gente y buscarme una vida. Y lo logré. Ahora he tenido que elegir un segundo destino, y he elegido cambiar de nuevo. Tomé la decisión de ir a México, pero finalmente alguien decidió por mí que ese no era mi destino, y aunque es cierto que en un primer momento todo lo vi negro, he vuelto a comprobar que todo ocurre por algo y no hay mal que por bien no venga. Próximo destino: San Francisco, California, EEUU. No está mal.

Sé que hace tiempo que no escribo, lo siento, se junta la pereza con la infinidad de cumpleaños y planes que he tenido últimamente. Ha empezado la primavera aquí y hasta los que hibernan han dejado sus madrigueras. Días de 25 grados y sol de justicia no son aptos para quedarse en casa escribiendo el blog.

Pero bueno, que hoy por fin lo estoy haciendo y vengo a contaros mi viaje a las Islas Galápagos aprovechando las fiestas patrias de Chile ( celebran la independencia de España). Un breve resumen para aquel que no haya oído hablar de ellas: Se trata de un archipiélago en el océano pacífico, y perteneciente a Ecuador, conocido por sus especies endémicas y por los estudios que realizó Charles Darwin (este os tiene que sonar si hicisteis caso en el colegio en alguna clase de biología o ciencia, si nunca atendisteis entonces seguro que no os suena).

Este viaje es un MUST para aquel amante de la fauna, especialmente la marina. Si no te gustan los animales, este no es tu sitio. No es el caribe, el tiempo es cambiante, sale el sol y a los 2 mins llueve. Pero mola.

En nuestro viaje solo pudimos visitar dos islas, la central, Santa Cruz, e Isabela, la más grande de ellas. Para poder ir de una isla a otra hay un ferry diario, y no se porque le llaman ferry, yo le llamaría "La olla", por lo parecido a esta grandiosa atracción que hay en el Monte Igueldo. Y no por su forma, si no por los botes que pegas. Son lanchas rápidas, con una mar de lo más picada, y llenas de gente intentando no salir por los aires. Trata de ponerte de pie, y puede que salgas volando. A nosotros no se nos ocurrió otra cosa que comprarnos pan y embutidos para comer en el lindo paseo en barco, y fue una odisea conseguir hacer los bocadillos y comérnoslos, pero lo conseguimos, eso sí, me pegué un buen mareo y no me sentó nada bien la comida.

Isabela es una isla muy auténtica, no es tan turística como Santa Cruz, las calles no están asfaltadas y puedes encontrarte animalitos caminando por ahí. Un día subimos un volcán, Sierra Negra, que tiene el segundo cráter más grande del mundo. Después del cráter seguimos caminando y llegamos al volcán Chico, desde donde teníamos unas vistas espectaculares de la isla y de otros volcanes. AL día siguiente, fuimos a una excursión llamada Los Túneles. Se llega en barco, y son formaciones de lava que aparecen en el mar, donde se crean especies de piscinas naturales. Allí pudimos hacer snorkel con tortugas marinas gigantes, tiburones, mantas, y vimos un montón de peces, incluyendo el pez globo. La sensación de nadar encima de una tortuga marina es indescriptible. Esa tarde alquilamos unas bicis y fuimos a dar un paseo pasando por varias playas, un mirador y llegando al muro de las lágrimas ( un muro de piedras construido por presos con el fin único de entretenerles).

En Santa Cruz, fuimos a Tortuga Bay, playas de arena blanca, muy bonitas.Por la tarde vimos tortugas terrestres en estado natural, y túneles de lava. Otro día cogimos una excursión a dos islas al norte de Santa Cruz: Seymour Norte  y Daphne Menor. Nos llevaron en un velero super bonito de 21m de eslora, nada que ver con el viaje en "La Olla", y fuimos a hacer snorkel y scuba diving. Fue sencillamente espectacular sentirse como estar dentro de un acuario infinito con todo tipo de peces de colores, y un tiburón vigilandote desde muy cerquita. Una pena que no me haya sacado aún el openwater para poder bucear a más profundidad y en sitios con algo más de corriente, pero lo pongo en mi lista de cosas que hacer antes de los 30.

No quiero alargarme mucho más, así que os lo dejo en fotos y lo juzgáis vosotros mismos.



León marino bebé

iguana marina

Manta

Estrella de mar

León marino albino de la real

Tiburón Tintorera

Tortuga Marina

Victor con la tortuga enorme

Esta soy yo, pero a victor se le olvidó enfocar la tortuga


bye bye tortuga

vistas desde avión


También había flamencos


Tortugas terrestres

crias de tortugas



Hasta las lagartijas son bonitas en galápagos

Cráter del volcán sierra negra







Volcán Chico




Túneles de lava


agua cristalina



Iguana




Esta no se dejó poner la bufanda, me escupió.


El muro de las lágrimas












de vuelta del volcan

Desde el mirador

Ama, quiero una hamaca


Comiendo en el velero

Langooooooosta

Mis compañeros de viaje en una de las escalas (tardamos como 35 horas en llegar a nuestro destino, es lo que tiene coger ofertas)

Paseo en bici


Tortuga Bay

Atardecer

Y como no, decir que la compañía siempre hace que nos llevemos mejores recuerdos de los lugares. María, Cris, Victor, Irene y la nueva adquisición José René, con sus historias, risas, incluso broncas y discusiones, hicieron de este un viaje especial. Además, conocimos a Loic y Claudia, un francés y una colombiana que viven en Santiago, y Felipe (conocido como el niño tortuga) y con los que compartimos una buena parte del viaje, y de los que nos llevamos su amistad y esperamos poder hacer una cena pronto en la que Claudia nos deleite con exquisiteces colombianas.

Pero en especial, hoy voy a dedicarle este blog a Victor. Desde mi llegada, fue una de las personas que más rápido me acogió, y se ha convertido en mi hermano mayor. Siempre pendiente de mí, sabe cuando darme un abrazo,  me da consejos de sabio treintañero y me apoya en cualquier cosa que necesite. Circunstancias de la vida han hecho que se encuentre en un momento delicado, pero estoy convencida de que todo le irá bien, simplemente porque no se merece otra cosa. Tengo el placer de ser la madrina de su mascota, Chupito de Ronsito, que desde que ejerciendo mi labor le decoré la pecera vive más feliz. A ver si dura 9 años como Bobo. Larga vida a Chupito!
Chupito de Ronsito, mi ahijado.


Pronto más viajes: Buenos Aires y Patagonia, y en menos de 50 días me tenéis de vuelta.

Muxu pila!!


"No te rindas, porqué las piedras en tu camino son pasos a tu destino."