En la selva

Todos recordaréis el libro de la selva; Mowgli y Baloo cantado " Busca lo más vital no más" y rascándose contra un platanero, Baghira la pantera seriota, o los orangutanes en pleno fiestón cantando "oh dubi du, quiero ser como tú". A los buitres no quiero mencionarles por el miedo que me daban.

A lo que voy: he descubierto el origen de  Mowgli. Ninguna broma, los niños de Iguazú que van pidiéndote comida o dinero por la calle que van descalzos, con el pelo largo, y obviamente sin signos de higiene en algún tiempo, son familiares de Mowgli ,seguro. El problema es que no se cómo comunicarme con él para comunicarle que tiene familia, y que no es un tigre ni un oso. Si alguien tiene su whatsap que me avise, seguro que le hace ilusión.

Hablando de animales, voy a presentaros a los coatíes. El nombre en guaraní (lengua que se habla en Paraguay) significa "nariz larga" (coá: largo, tî: nariz). Veis que los paraguayos no se complican como los chilenos a la hora de poner nombres.

Coatí

Al principio, estos animales pueden hacerte gracia, puedes ir a buscarlos, tratar de tocarlos, y decir " que majos! cuando los ves en familia, pero siguen siendo animales salvajes y hay que tener cuidado con ellos. El parque de Iguazú estaba lleno de carteles en los que se indicaba que se tuviera cuidado con ellos, que no se les diera comida, y que se tratara de no comer delante suyo. Pues bien, nosotros tuvimos la idea de sentarnos en unas mesas a media mañana a descansar y comer algo, y enseguida nuestra mesa se rodeo por animalitos de estos tan lindos. Uno de ellos, en concreto el que vais a ver en la siguiente foto, decidió subirse primero en la silla, después en la mesa, para acercarse a comerse nuestra comida. Un señor que estaba en otra mesa lo vio, y se acercó para espantarle, para lo que utilizó el método más efectivo: pegarle un puñetazo, y lo mejor, en mi dirección. Así que el bicho, salio despedido por encima de mi hombro, y asustado decidió agarrarse a lo primero que pilló, mi espalda. Un guía empezó a decirme que tenía que ir a enfermería porque podían tener rabia y no se que leches, así que me mandaron una ambulancia-party (ibamos Maria, Iñigo y yo en ella bebiendo la cerveza que nos estabamos tomando, poco serio),  y de ahí a la enfermería, donde me limpiaron y me dijeron que habían hecho un estudio a los coaties del parque y no tenían rabia. No se hasta que parte creerme eso, porque el parque son como 70.000 hectareas, y no quiero imaginarme la de coatíes que puede haber, pero me lo voy a creer, por mi bien psicológico.

El autor de los hechos

El hecho

Quitando estos leves incidentes que lo que más producen es risa, y sobre todo por parte de mis amigos que me vacilarán eternamente con que adopte un coatí como mascota, el viaje express a Iguazú, ha sido simplemente ESPECTACULAR. Hicimos un viaje no apto para personas mayores, donde 2 noches de 3, dormíamos en sillas de aeropuertos, pero es lo que toca si uno quiere volar barato.El sábado por la mañana, fuimos a la parte Brasileña, desde donde se ve una increible panorámica de las cataratas del lado argentino.

El domingo, pegándonos un buen madrugón, fuimos al lado argentino, donde lo primero que hicimos fue la gran aventura. Nos llevaron primero por la selva en una especie de camión, y después tomamos el barco que nos acercó a las cataratas, tanto que nos calamos como si nos hubiéramos metido en la ducha con ropa. Y picaba el agua al golpear contra el cuerpo, así que no quiero saber cómo quedaría un cuerpo metiéndose justo debajo de la catarata. Es impresionante la fuerza con la que cae el agua. Para los que tengáis pensado ir, os aconsejo que os saltéis la parte de la selva, porque aparte de lianas y alguna cobaya corriendo, no vimos nada.

Después, bien calados, fuimos a ver el resto de circuitos, uno inferior donde se ven las cataratas por debajo, y el superior, con vistas desde arriba. Debido al gran caudal que tenía el río, la pasarela de la Garganta del Diablo (es como lo más famoso), se había roto hacía unos días, y estaba cerrado, así que nos quedamos con las ganas.

De paseo por la selva

Pudimos ver unas mariposas de lo más coloridas

Ni mojadas

Tren que vas mas rápido si vas andando

También había pájaros de colores fosforitos

Caida de catarata

Los personajillso que habéis visto en las fotos, mi gran compañía en el viaje, son Maria y Iñigo. Maria es una alegre pucelana que siempre tiene motivos para reírse, que tiene una energía constante que le hacen tener siempre ganas de fiesta aunque eso signifique no dormir en 3 días (y yo, que soy una marmota le puedo desesperar). Es alocada, pero sin duda, una chica divertidisima y que siempre te alegra el día con su sonrisa De Iñigo, que os voy a decir. Mítico chico donostiarra que va con su scoopy por la concha con un polo, dirigiéndose a Bataplan. Fuera absurdas superficialidades, es una de las personas con las que mejor me entiendo, y en la que más me he apoyado estos meses. Espabilado, avispado y cabezota como el solo, pero con buenas intenciones ,siempre. La palabra que más repite es "ES-PA-BI-LA" y  a mi me la dice mucho especialmente cuando estoy medio sobada .Tan majo es, que hasta alguna vez me ha echo tortilla de patatas, que yo sigo sin saber cocinar (alguna vez lo he intentado y han salido revueltos de patatas), y que a él creo que le salen comparables a las de mi madre, que hace las mejores tortillas del mundo. (ama, he dicho comparable, no mejor). Sin duda,  le echaré mucho de menos cuando se vaya, pero pronto comeremos una croquetas en el Polipaso.

En las fotos no se puede apreciar la grandeza del lugar, ni sentir el ruido, ni la fuerza del agua. Así que, para todo aquel que no lo haya visitado, las cataratas de Iguazú son un MUST. Nadie debería morir sin verlas, así que podéis ir ahorrando!

Y en honor a las preciosas mariposas que vimos, una frase de Mario Benedetti:

"La mariposa recordará por siempre que fue gusano"

PD: Ya he cumplido 6 meses en Chile, así que podéis ir haciendo cuenta atrás! Faltan botatzen zaituztet.